Lo primero que debemos tener claro es que las emociones son sólo eso “emociones” es decir no tienen el poder de controlarnos, son una emoción que se presenta en nuestro interior, pero nosotros somos los responsables de darles el poder de manejarnos o no.
La vida es un laberinto con una infinidad de caminos, posibilidades, experiencias, sueños y vivencias. Pero, en sin percatarnos nos dejamos arrastrar de un camino a otro por las decisiones que el destino toma por nosotros y después con el pasar de los años vemos que no fueron nuestras decisiones.
Utilizar la muerte como herramienta es recordar que de nada nos sirve tener una máscara, la vida es solo un ratico y es muy corto para despreciarlo siendo algo diferente a lo que realmente somos
1. Dejar cualquier critica
Todos llevamos dentro de nosotros un pequeño juez, al que entrenamos desde muy pequeños con las creencias de lo que era bueno y de que era lo malo y a cada momento no estamos criticando y juzgando.
Alguna vez me dijeron El tiempo de Dios es perfecto y no siempre mí tiempo está acorde a su tiempo.
Comúnmente escuchamos a las personas decir debes vencer a tu peor enemigo, a ti mismo. Yo, por el contrario pienso que esa expresión es mal utilizada.
Considero que estamos muy lejos de ser nuestros enemigos, paradójicamente pienso que somos nuestro mejor amigo y principal aliado.
Vienes a este mundo con un único propósito “aprender una lección y luego abandonarlo nuevamente”. Todo este camino lo recorres en una perfecta soledad.
Estamos consumidos por una sociedad que no nos comprende y no nos acepta totalmente. Ahogados en la miseria de su consumismo, de su avaricia y su necesidad de poder.